Roja hay una sola(!?)
En las pichangas, que en mi pueblo llamamos “revoltosas”, da
lo mismo el color que usemos, total, nos conocemos suficiente como para no confundirnos.
Cuando intentamos subirle el pelo a la
weá, o nos enfrentamos contra clásicos
rivales (que igual son conocidos), nos ponemos de acuerdo en los colores. Si hay presupuesto, difícil
cuando el tercer tiempo exige altas
sumas de dinero, los equipos se diferencian por camisetas. Cuando no, se
ponen de acuerdo en llevar un color. Vamos de azul, reciclando camisetas de la
U. Vamos de blanco, usando una del Colo Colo. Hace frío, nos ponemos una weá de
la UC. Vamos de rojo, sacamos del closet
una camiseta de la selección. Vamos de amarillo, nos ponemos una de San Luis.
En realidad nadie tiene una camiseta de San Luis, así que seguro todos aparecen
con una de U de Concepción(?). Vamos impresentables(?), usamos una de San
Marcos de Arica.
En el colegio tuve una experiencia con esto de los colores.
Mi curso se dividió en dos equipos, y obviamente, fui el último en ser elegidos.
Tarados, todavía no me descubrían. Exploté tarde, y de esa explosión todavía no
me recupero, así que 15 años después,
sigo siendo el último en ser elegido.
La cosa es que como ambos equipos vestíamos igual (polera
blanca era el uniforme oficial en educación física), y luego de una reunión que
tardó cerca de 22 segundos, se decidió por la sana opción de que un club fuera con polera blanca, y el
otro, SIN POLERA.
CTM, yo era flaco, mis pezones no estaban bien formado, mi
ombligo no había sido limpiado hace meses y además era tan blanco, que igual me iba a confundir con el equipo rival(?). Escapar de esa encrucijada me hizo
extremar recursos. Pensé en hacerme el
wn y salir caminando lentamente por un costado. O inventar una lesión. O
fingir homosexualidad.
Como mi fortuna nunca ha sido buena, finalmente mi equipo
fue el que decidió ir sin polera. Bueno, en él estaban los más guapos, no les
costó mucho ofrecerse. Y ahí quedé yo, sin saber qué hacer, hasta que se me
ocurre decir una frase que cambiaría mi vida: YO VOY AL ARCO.
El portero es el jugador que siempre lleva una camiseta
distinta, rara vez acorde a los colores tradicionales.
Bueno, para
diferenciarme de los jugadores de campo de mi equipo, seguí usando polera,
aunque finalmente, muchos creyeron que era el delantero del club con poleras,
lo que produjo que me dieran hartos pases en vez de patear. Eso benefició
mucho mi rendimiento. Desde entonces juego al arco.
El color de una camiseta define mucho. Comprar una
camiseta, sumado a lo caro que son, con
los colores tradicionales es parte esencial del hincha. Aunque mucho andan de
moda usando camisetas foráneas (qué es eso de ser hincha de un club de otro
país ante que uno del tuyo), la camiseta es el vínculo principal entre un
fanático y su club.
Pero a la señora FIFA ahora le dio porque las camisetas tienen que
diferenciarse de tal modo, que una selección vaya de claro y otro de oscuro.
¿Y a quién chucha le importa esto? Esa misma pregunta me
hice cuando decidí escribir esta weá, así que asumo que nadie lo leerá, y como
nadie lo leerá aprovecho de dejar un mensaje: Bachelet, eres la mejor
presidenta de la historia de Chile. Me excitas un poco :3
Continuando con esta mugre, esta nueva norma de la FIFA
repercute en lo siguiente: la ROJA española jugó de BLANCO frente a la NARANAJA
MECÁNICA que vistió de AZUL.
Chile, que tiñe de rojo los estadios en los que juega, ira
de BLANCO frente a España. Qué weá dirán ustedes, si España también viste de rojo, pa qué
reclamai weon. Puta, es que España jugará de NEGRO contra nosotros. Rematamos
la fase grupal contra la naranja mecánica, que va a azul, mientras la roja de todos,
nuevamente de blanco.
¿Y la tradición? PICO, da igual, la cosa es que en la TV se
diferencien los colores. Ni cuando la tele era en blanco y negro hueviaron
tanto por esto.
¿Cuál es la explicación? Una
sola, los daltónicos llegaron a la FIFA. Y tengo miedo, si siguen
tomando el poder, no duden semáforos blancos y negros y arcoíris de 4 colores.
Pero lo que más me quita el sueño es la posibilidad que las
tabletas del Tapsin día y noches sean
del mismo color. ¿Se imaginan eso? CAOS TOTAL
1 comentario:
Con la bandera de la diversidad se van a ir a la cresta
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