Llegó Septiembre, y con él las fiestas patrias, mi cumple (?) y la primavera.
Es verdad, ya es Octubre y casi Noviembre, pero tuve esta entrada guardada esperando que la situación económica mundial se estabilizara (?).
Durante tres meses fuimos victimas del odioso invierno, que con su frió matinal, lluvias, días cortos y nublados, nos torturó sin tregua.
Toda la pigmentación negra que ganamos con esfuerzo, exponiéndonos a un cáncer de piel, bajo la luz solar más dañina del planeta; se perdió gracias a la vestimenta que nos cubrió del clima adverso. Es decir, el color blanco del poto se distribuyó homogéneamente a todo el cuerpo.
Durante el Invierno nos acostumbramos (resignamos) a ver a las chiquillas con abrigos que ni el cuello dejaban ver, con botas, con gorros, con bufandas y con paraguas; lo que, sin duda, era un literal golpe bajo.
Pero la primavera llegó, y con esto cambia radicalmente la vida. Las ganas de colgarse de un árbol, luego de llorar bajo la lluvia, deja de ser tu sentir más común.
El Sol que con suerte alumbraba en la estación anterior, comienza a trabajar y nos entrega calor suficiente para decirle “chau” a la ropa.
Con esto, y aunque suene chistoso, dan ganas hasta de elevar volantín, juego típico para estas fechas (?).
Es en la primavera cuando comienzan a aparecer los brazos, cuellos, piernas(entrepierna si eres un enfermo mental?¿) y escotes de las mujeres. Es en estos momentos cuando uno agradece a Dios, y al calentamiento global, la existencia de las épocas del año, puesto que si fuera todo el año verano, se volvería monótono. En cambio, con la existencia del invierno, existe la "acumulación de ganas", lo que permite disfrutar mucho mejor de los bajos instintos, con mayores de 14 –obvio-(?), al llegar la nueva estación, la más cálida.
Ahora caminar no revierte el peligro de terminar mojado por una lluvia sorpresiva, o por una posa activada contra ti por un automovilista inconsciente de que existen los peatones, o por un frío que te congela la nariz, orejas y achica el "coso".
Es en esta época donde todo el mundo recuerda que existe el aire libre.
El Sol comienza a abrigar, el cielo es azul y, con esto, sales a recorrer los lindos paisajes de tu cuidad, llena de árboles que ahora sí tienen hojas, de flores, de perros apareándose y parejas de la mano.
Es que con la llegada de la primavera nace el amor.
Mmmm… digamos que si esto lo escribiera una mujer, la frase anteriormente dicha, sí tendría sentido, pero como esto lo escribo yo (hombre, hasta ahora), la cambiaré por "con la llegada de la primavera, y con menos ropita, dan ganas de pololear".
Aunque para la mirada de los amargos, en los que siempre estaré presente, la primavera no es más que una odiosa época del año, donde todos los weonsitos andan de la mano, tirados en el pasto rodeados de flores.
Pololeo primaveral
Cuando ves desde tu ventana que el invierno dijo adiós y comienzas a ver extraños colores en las plantas, flores, cerros, ropas… lo primero que haces es romper tu consulta al médico por un daltonismo que pensaste que tenias por la ausencia de colores de el oscuro invierno.
Y en un dos por tres (¿6?), recuerdas que tienes polola y la llamas para ver si aún te recuerda. Más bien, le haces una llamada perdida para que te la regrese. Es que desde otoño ya no la llamas (?).
Al encontrarte con ella, en la naciente primavera, de inmediato todo cambia.
La última vez que la viste, estaba con un abrigo, bufanda, guantes y con ganas de irse para la casa por una lluvia próxima. Esa vez se despidió con un beso esquimal y te acaricio la cara con aquellos guantes que no lavaba hace dos meses.
Ahora te encuentras con ella con una polera de un llamativo color. Es ahí cuando recuerdas sus "lolas", que desaparecieron sin decir adiós hace largos tres meses, y que buscabas incesantemente y muy desperado en videos de Internet…
Esta imagen, altamente sexual para una mente enferma y "acumulada", se le suma un par de pájaros volando, unas mariposas, un jardín de flores y 24 grados Celsius, que ponen un marco digno para el amor.
Recorrer tu cuidad, que hace un mes estaba anegada porque los colectores de lluvia estaban con basura y que hoy sigue con los colectores atochados de basura pero con las calles secas, es un deleite.
Caminas por las plazas de tu cuidad admirando los colores de las plantas, muchos de los cuales ni siquiera recuerdas, por lo que es común ver a gente preguntando en primavera:¿Qué color es ese? – Lila aweonao. ¡Lila!, que color es ese por Dios!! Claro, nunca existió un Power Ranger Lila, así que difícilmente te suene.
Y en esos momentos tus pensamientos, que tratan de encasillar todo en "bueno" y "malo", comienza a archivar a la primavera dentro del segmento de lo "bueno", junto con el sexo heterosexual, drogas, alcohol y Bielsa(?), que es lo contrario a lo malo, donde se encuentra las fotos de Alejandra Álvarez, el papá de las Gemelas Campos, el invierno, el Hospital de Iquique y la fidelidad.
Todo va bien, incluso tu relación deteriorada por culpa del invierno comienza a tomar ribetes tan buenos que ya hay agendado un encuentro sexual para el fin de semana en la casa, aprovechando que tus papas van a no se donde hasta que un estornudo rompe todo.
Cuando ves desde tu ventana que el invierno dijo adiós y comienzas a ver extraños colores en las plantas, flores, cerros, ropas… lo primero que haces es romper tu consulta al médico por un daltonismo que pensaste que tenias por la ausencia de colores de el oscuro invierno.
Y en un dos por tres (¿6?), recuerdas que tienes polola y la llamas para ver si aún te recuerda. Más bien, le haces una llamada perdida para que te la regrese. Es que desde otoño ya no la llamas (?).
Al encontrarte con ella, en la naciente primavera, de inmediato todo cambia.
La última vez que la viste, estaba con un abrigo, bufanda, guantes y con ganas de irse para la casa por una lluvia próxima. Esa vez se despidió con un beso esquimal y te acaricio la cara con aquellos guantes que no lavaba hace dos meses.
Ahora te encuentras con ella con una polera de un llamativo color. Es ahí cuando recuerdas sus "lolas", que desaparecieron sin decir adiós hace largos tres meses, y que buscabas incesantemente y muy desperado en videos de Internet…
Esta imagen, altamente sexual para una mente enferma y "acumulada", se le suma un par de pájaros volando, unas mariposas, un jardín de flores y 24 grados Celsius, que ponen un marco digno para el amor.
Recorrer tu cuidad, que hace un mes estaba anegada porque los colectores de lluvia estaban con basura y que hoy sigue con los colectores atochados de basura pero con las calles secas, es un deleite.
Caminas por las plazas de tu cuidad admirando los colores de las plantas, muchos de los cuales ni siquiera recuerdas, por lo que es común ver a gente preguntando en primavera:¿Qué color es ese? – Lila aweonao. ¡Lila!, que color es ese por Dios!! Claro, nunca existió un Power Ranger Lila, así que difícilmente te suene.
Y en esos momentos tus pensamientos, que tratan de encasillar todo en "bueno" y "malo", comienza a archivar a la primavera dentro del segmento de lo "bueno", junto con el sexo heterosexual, drogas, alcohol y Bielsa(?), que es lo contrario a lo malo, donde se encuentra las fotos de Alejandra Álvarez, el papá de las Gemelas Campos, el invierno, el Hospital de Iquique y la fidelidad.
Todo va bien, incluso tu relación deteriorada por culpa del invierno comienza a tomar ribetes tan buenos que ya hay agendado un encuentro sexual para el fin de semana en la casa, aprovechando que tus papas van a no se donde hasta que un estornudo rompe todo.
Pah ..drama
Lo primero que piensas al estornudar es que es el último esfuerzo del invierno para arruinarte la existencia.
¡Invierno de mierda, no me las vai a ganar! Ya no me mojarás de improviso con tu lluvia. No me debilitarás con tu frío. ¡¡No más invierno!!
Pero el estornudo se repite por segunda vez en el día, y por tercera, cuarta y quinta.
Sin darte cuenta, el estornudo que parecía una anécdota, evoluciona en un romadizo, en lagrimeos… en congestión completa.
Tu cerebro aún no entiende qué carajo pasa con tu mugroso sistema inmunológico.
Lo primero que atina a pensar es en culpar a tu madre por no darte leche materna durante los primeros siete años de vida, como los especialistas de la Universidad Mamona dicen que es adecuado.
Ya el comienzo del día cambió radicalmente.
Si hace dos semanas no veías a tu polola, y si la encontrabas más parecida a tu amigo por ese exceso de ropa que no dejaba ver sus cositas, y si hoy en la mañana te paseabas con ella de la mano, ahora ya ni puedes hacer eso.
La mano que compartías con tu pareja, en el acto de amor más común en el cual no interactúan los genitales, ahora es ocupada para sacar pañuelos o confort para poder darle atajo a los mocos que corren sin parar hacia tu boca.
Las conversaciones ahora son interrumpidas para sonarte los mocos y por el clásico "¿tení pañuelos?". Lo peor de todo es que en primavera no existen las queridas y salvadoras mangas de los chalecos para sonarte. Todo mal.
Ya a la hora todo es una real mierda, no tení pañuelo para sonarte, la congestión te tiene tan amargado que ni siquiera aprovechas para jotear a tu mina y las chicas que caminan a tu alrededor, los pajaritos mente mucho ruido, las mariposas parecen una plaga sin control y los 24º Celsius te sofocan.
Es en ese momento cuando ves una publicidad, quizás la única donde no sale un candidato a alcalde o concejal, sobre algún remedio que dice " Para las alergias de primavera, compre NoAlergión, de Laboratorio AguantePrimavera". Alguien se ha dado cuenta que los nombres de algunos remedios son para reír, lo que es bueno sin duda, porque al conocer el precio dan ganas de llorar, aunque Dr Simi trae una versiones desde Laboratorios de Egipto más baratas(¿).
Alergia!!! , esa es la respuesta a todo lo vivido en estas primeras horas de primavera.
Lo peor de todo es que nunca sabes a qué realmente le tienes alergia. Será al polen, la luz, la felicidad.
Cagaste no más. No hay recursos ni ganas para hacerte un examen para saber el motivo de tus alergias que, además, no servirá más que para esquivar los árboles que te la producen.
La primavera se vuelve peor que el puto invierno. Es decir, la mitad del año en realidad es una basura (!). Tu cerebro en un cambio radical, muchas veces antes visto-claro-, encasilla a la primavera dentro de lo malo.
No queda más que esperar tres meses y a ver que pasa con el verano, si es tan bueno como dicen en la Tele.
Al despedirte de tu pareja le dices amorosamente "nos vemos en Enero, amor".
Y es cierto que hay gente que no es alérgica, pero ellos tendrán que mamarse a los alérgicos que llenan los tarros de basura con pañuelos llenos de mocos, a los estornudos cerca de tu cabeza y al continuo puteo de "esta alergia de mierda"
Lo primero que piensas al estornudar es que es el último esfuerzo del invierno para arruinarte la existencia.
¡Invierno de mierda, no me las vai a ganar! Ya no me mojarás de improviso con tu lluvia. No me debilitarás con tu frío. ¡¡No más invierno!!
Pero el estornudo se repite por segunda vez en el día, y por tercera, cuarta y quinta.
Sin darte cuenta, el estornudo que parecía una anécdota, evoluciona en un romadizo, en lagrimeos… en congestión completa.
Tu cerebro aún no entiende qué carajo pasa con tu mugroso sistema inmunológico.
Lo primero que atina a pensar es en culpar a tu madre por no darte leche materna durante los primeros siete años de vida, como los especialistas de la Universidad Mamona dicen que es adecuado.
Ya el comienzo del día cambió radicalmente.
Si hace dos semanas no veías a tu polola, y si la encontrabas más parecida a tu amigo por ese exceso de ropa que no dejaba ver sus cositas, y si hoy en la mañana te paseabas con ella de la mano, ahora ya ni puedes hacer eso.
La mano que compartías con tu pareja, en el acto de amor más común en el cual no interactúan los genitales, ahora es ocupada para sacar pañuelos o confort para poder darle atajo a los mocos que corren sin parar hacia tu boca.
Las conversaciones ahora son interrumpidas para sonarte los mocos y por el clásico "¿tení pañuelos?". Lo peor de todo es que en primavera no existen las queridas y salvadoras mangas de los chalecos para sonarte. Todo mal.
Ya a la hora todo es una real mierda, no tení pañuelo para sonarte, la congestión te tiene tan amargado que ni siquiera aprovechas para jotear a tu mina y las chicas que caminan a tu alrededor, los pajaritos mente mucho ruido, las mariposas parecen una plaga sin control y los 24º Celsius te sofocan.
Es en ese momento cuando ves una publicidad, quizás la única donde no sale un candidato a alcalde o concejal, sobre algún remedio que dice " Para las alergias de primavera, compre NoAlergión, de Laboratorio AguantePrimavera". Alguien se ha dado cuenta que los nombres de algunos remedios son para reír, lo que es bueno sin duda, porque al conocer el precio dan ganas de llorar, aunque Dr Simi trae una versiones desde Laboratorios de Egipto más baratas(¿).
Alergia!!! , esa es la respuesta a todo lo vivido en estas primeras horas de primavera.
Lo peor de todo es que nunca sabes a qué realmente le tienes alergia. Será al polen, la luz, la felicidad.
Cagaste no más. No hay recursos ni ganas para hacerte un examen para saber el motivo de tus alergias que, además, no servirá más que para esquivar los árboles que te la producen.
La primavera se vuelve peor que el puto invierno. Es decir, la mitad del año en realidad es una basura (!). Tu cerebro en un cambio radical, muchas veces antes visto-claro-, encasilla a la primavera dentro de lo malo.
No queda más que esperar tres meses y a ver que pasa con el verano, si es tan bueno como dicen en la Tele.
Al despedirte de tu pareja le dices amorosamente "nos vemos en Enero, amor".
Y es cierto que hay gente que no es alérgica, pero ellos tendrán que mamarse a los alérgicos que llenan los tarros de basura con pañuelos llenos de mocos, a los estornudos cerca de tu cabeza y al continuo puteo de "esta alergia de mierda"
4 comentarios:
en slmca la alergia era terrible...entre invierno, primavera y verano era imposible no estornudar y sonarse los mocos
es más mentira que gicos no smolestan lso papeles, de hecho nos recuerda lo miserbale que son los alérgicos y nos reimos de ellos Ja-Ja-Ja-Ja-Ja-Ja-Ja-Ja-Ja
ASÍ MISMO
no sé que quería escribir al principio del post, porque se me olvidó y se me lenguo el teclado.
XDD
a si, era: "es más mentira que a los no alergicos nos molestan los papeles de los alérgicos"
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