En estos SIETE años...

El tiempo te dará la razón, BAMBAM

Desde nació este blog hace 7 años  han pasado muchas cosas.

Hace 7 años era presidente Bachelet, y ahora es eeeh, Bachelet. La educación estaba pa la cagá, con marchas y todo. Ahora eeeeeeeh, igual.  En la televisión daban puras weás, y ahora eeeeeeeeh, también. Johnny Herrera no había atropellado a nadie y gozaba de su libertad. Hoy goza de su libertad, después de atropellar a alguien. Pistorius no tenía piernas y ahora… tampoco, de hecho, alcanzó a tener una y la mató. Los wnes pasaban pegados a Fotolog todo el día, ahora pasan pegados todo el día a … instagram #lamismaweá

Bueno, los ejemplos no estuvieron del todo bien, pero yo si he cambiado bastante,  aparte de las arrugas e impotencia. Bueno, lo último ya lo tenía el 2007.

Pero  el gran cambio es que me he convertido en un ser más amargo.

Hace siete años creía en muchas cosas que hoy no.

En dios. No una cosa que loco que creyente era, pero pensaba que podría ser posible su existencia, sobre todo cuando ocurrían milagros como: comerme a una mina.
 Luego de tanta fatalidad,  y de no volverme a comer a una mina, terminé convenciéndome de que nunca fue. O talvez existe, pero me tiene mala. Además, si Dios existe, porque chucha la cato no gana un campeonato.

En la política. Defendía y creía en un lado de la fuerza, que no diré cual para mantener cautivo al lector de derecha. Pensaba en que me representaban, que su  visión de país era el que yo creía. Luego de tanto robo, doble discurso, simplemente dejé de creer en la política. Esa mentalidad pobre y triste de enaltecer lo que haces y tirar mierda al otro bando porque sí, apesta mucho.

Hace siete años Ricardo Lagos me parecía un gran político, carismático, inteligente y hasta sexy(?). Hoy me parece un gran pelmazo, aunque lo de sexy igual. Es como el vino…

En el fútbol. Pensaba que la católica, el tercer club grande, era un club grande.  Puras mentiras, la camiseta de la UC pesa menos que la billetera de Iván Zamorano. Creía que la selección  en algún momento rompería  las maldiciones. Lo único que rompimos fue el poste del arco con el tiro de Pinilla.

En este blog. Pensaba fervientemente que este blog sería la llave a la fama, mujeres, drogas y dinero. Siete años después,  de mujeres, dinero y fama nada. Drogas, bueno…, pero no es mérito del blog.

En Plutón. Yo creía que Plutón era un planeta. Hacía mis trabajos en el colegio con nueves planetas en el sistema solar. De un día para otro dejó de ser planeta, y creo que en ese momento  mi vida cambió para siempre. Me di cuenta de  que nada de lo que creía era real. Luego descubrí que el viejo pascuero no existía, y terminé de irme a la chucha.

Pero no todo está perdido, todavía creo en varias cosas importantes

En el botón del semáforo. Cuando llego a una esquina, apurado con ganas de hacer “del 2”, aprieto el botón culiao, esperando que me dé la verde altiro. Muchas veces (la mayoría) no pasa ná, pero otras sí. De lo que estoy seguro es que funciona más que el botón de pánico de Lavín.

En que el hombre llegó a la Luna. Es verdad que parece un escenario montado en los estudios de CHILEFILMS, pero sigo creyendo que llegamos a la Luna.Si Paul Shäfer llegó a Salo Luna...¡ por qué no toda la humanidad pudo llegar a la Luna!(?).

Todavía creo en Zamorano. Pienso que un día de estos el Transantiago funcionará, y gracias a la planificación del viaje que Iván nos invitaba a hacer, podremos trasladarnos por la capital de forma cómoda y segura. El tiempo te dará la razón, BAMBAM

En que mi mamá se lava las manos para cocinar. Nunca la he visto lavarse las manos antes de cocinar charquicán, pero estoy seguro que lo hace.  O quizá a eso se da el particular  sabor a su charquicán D: