El Resumón profesionales en la desinformación

viernes, 11 de julio de 2014

Las esperadas vacaciones de invierno


                                        Las vacaciones de invierno pueden ser la oportunidad para practicar rafting 

Cada 3 o 5 de marzo lo primero que pienso es en las vacaciones de invierno. Es algo así como una luz al final del túnel.
Sobrevives con dignidad marzo,  abril y mayo. En junio la dignidad ya se perdió. Llegas a  julio en un estado calamitoso, pero listo para vivir lo que tanto esperaste: las vacaciones de invierno :)
Se acaban las responsabilidades con la que fuiste bastante irresponsable y llega la oportunidad de disfrutar de la vida.
Ya hace un par de semanas tienes en mente las mil cosas que harás durante este periodo. Juntarte con los amigos, leer un libro, plantar un árbol,  cortarte las uñas, patear a la polola , ver pornografía, jugar fútbol, ir a un gimnasio, practicar alguna arte marcial, aprender a cocinar, recrear el palo de Pinilla en el PES  y participar en el campeonato mundial de cachipum.
Los primeros tres días de vacaciones de invierno lo pasas en un estado de shock. Es el tiempo en el que un cerebro normal demora en asumir nuevas situaciones (en este caso las vacas), según una investigación hecha por Fundación Resumón.
Al cuarto día de vacaciones asumes que tu vida gira en torno a... ¡¡nada!! ,¡¡son vacaciones por la chucha!!. ¡Qué hago perdiendo valiosos minutos durmiendo y comiendo cada veinte minutos! ¡Mundo, allá voy!
Por eso planeas hacer algo, pero para el quinto día, puesto que ya son las 7 de la tarde y ya no te levantaste, de hecho, sería buena idea dormir otras 14 horas.
El quinto día amaneces con el mal de la paja loca (?), así que cancelas lo agendado, total, aún quedan varios días de hermosas vacaciones de invierno.Tomas el libro que deseaste leer hace meses (kamasutra claro), pero decides comenzar mañana y dormir otras 18 horas.
El día seis de vacaciones de invierno se produce inesperadamente un día familiar. Sin tenerlo previsto debes ir donde tu tía, abuela o primos, para decir presente en el ambiente familiar. No te opones a la idea. De hecho, nadie te pregunta. Te sacan de la cama con una espátula  y te llevan arrastrando.
Día número siete y ya pasó la mitad de las vacaciones.Te comienzas a preocupar por el desperdicio de tiempo. Por lo mismo, agendas mentalmente una junta con algún amigo de infancia, para re re re re re re comentar anécdotas viejas.
Al octavo día llamas a tu amigo para llevar a cabo la junta tan esperada, pero tu amigo está en la casa de unos tíos en su día familiar. Cagué no más.
En el noveno día, ya aburrido de ver  reportajes sobre cómo disfrutar las vacaciones de invierno, decides salir a dar una vuelta y quizás encontrar a alguien para disfrutar de las vacas.
Sales de la casa feliz de cumplir el sueño que esperaste desde marzo; disfrutar de una buena conversación con temas de la cintura para abajo.
En eso estás,  cuando a tres metros de tu casa sientes que algo te cae en el pelo. ¿Caca de pájaro? ¿ Un avión? No, ¡¡es agua!!
Mira para todos lados buscando la cañería rota, pero no hay nada. Decides mirar el cielo por primera vez desde que el FASAT ALFA fracasó y encuentras la respuesta: ¡¡lluvia!!
A pesar de que se supone que es el año más seco en 6 milenios, se larga a llover caducando el noveno día.
Un día de lluvia es un buen motivo para leer o avanzar en lecturas para el segundo semestre(?), pero la lluvia venía con viento, por lo que la luz se cortó. Luego de intentar encender el computador 30  veces, para después comprender que no funciona sin electricidad, decides ir a dormir.
Llueve todo el noveno y parte del décimo día. Las sopaipillas evitan una salida de casa.

El día once amanece con el cielo azul, pero con un frío de mierda, que evita nuevamente una salida. La noche del día once al doce bordean los  -5 grados Celsius, por lo que amaneces el día doce resfriado.
El resfrío y el frío te dejan en casa y evitan hacer algo productivo . Sonarte los mocos cada un minuto corta la inspiración para hacer cualquier cosa. No queda otra que ver la tele, la única cosa en el mundo donde no necesitas los cinco sentidos en óptima condición para disfrutar.
Miras el calendario y ya es el día 14 de las  "esperadas" vacas de invierno.
Te pones la ropa más abrigada, te echas un rollo gigante de confort para los mocos, y por primera vez disfrutas las vacaciones en compañía de los amigos en torno a unos néctar. Valió la pena tanta espera.
Todo sale bien y te preguntan: ¿Mañana nos vemos? ¡Podríamos hacer un carrete!!
Miras tu celular, buscas el calendario y respondes: ¡No!, viajo a las 4, mañana entro a clases (!!).
Comienza agosto y lo primero que pienso es en las vacaciones de verano, que estoy seguro aprovecharé por completo (?¿).

[publicación 200 :) ]


3 comentarios:

Fox dijo...

Las vacaciones son para hacer nada

Anónimo dijo...

ES UN CLÁSICO PERDER LAS VACACIONES EN VACACIONES... TAN CLÁSICO COMO PERDER CLASES EN CLASES :P

Anónimo dijo...

ES UN CLÁSICO PERDER LAS VACACIONES EN VACACIONES... TAN CLÁSICO COMO PERDER CLASES EN CLASES :P