El Resumón profesionales en la desinformación

martes, 2 de agosto de 2011

Destino final. La muerte de los 33 (1)




El cinco de agosto del 2010 la muerte había pedido la vida de 34 chilenos. Uno de ellos, el afortunado o quizás no tanto William Ordenes se salvó porque se quedó dormido, y es por razones como esas la esperanza de vida ha aumentando en Chile. No vayan a creer que es porque el país ha mejorado tanto, es nuestra idiosincrasia la que nos salva. Seguro muchos de nosotros fue señalados por la muerte como candidatos, pero por quedarnos dormidos, sacar la vuelta, estar en un motel (?) o por simplemente no hacer lo que teníamos que ser nos hemos salvado.

La muerte estaba aburrida, desde Pinochet que no tiene un aliado para incrementar su compañía de chilenos, por lo que un día vio en estos mineros la posibilidad de cobrar vidas, total –pensó- con lo incapaces que son los de SERNAGEOMIN y con lo descarados con el tema de seguridad que son los dueños de la mina San José, no había que hacer mucho trabajo, mover unas piedritas por acá, derrumbar un muro a punto de derrumbarse por allá y listo, 33 muertos de una.

Los 33 mineros ingresaron a la mina San José como cualquier día, pero sin saber que la muerte les había echado ojo, tal como un UDI a un ministerio, y no iba a descansar hasta lograr su cometido.
Pero lo que la muerte falló, los 33 quedaron vivo. El problema fue que la muerte hizo el plan en base a los planos de la mina, y como estos eran más inexactos que las decisiones del gobierno o los pases de la selección chilena en la Copa América, no pudo matar a los mineros.
Igual la muerte al darse cuenta que los 33 estaban vivos pensó, y con mucha razón, que más tarde que temprano iban a estar con él, además, el temor a la muerte le aumenta el ego, y de seguro los 33 iban a estar cagados de miedo por la posibilidad de morir enterrados, muerte que ya se hubiera querido Sarita Vásquez.

El plan de la muerte era esperar a que los 33 terminaran muriendo, y en una de esas, comiéndose entre ellos como disfrutó la muerte en los Andes con los uruguayos, total, esto era Chile no más, y si ya lo habíamos condenado a la muerte con medidas de seguridad de tercer mundo, poco y nada íbamos hacer para salvarlos.
Lo que la muerte no tenía presupuestado era que el gobierno viera en estos 33 la oportunidad de demostrar cosas que no tenía: capacidad de gestión, decisión, trabajo, empatía y preocupación por la ciudadanía.

Seguramente la muerte pensó que este nuevo gobierno de derecha iba a fomentar la muerte como el gobierno de derecha anterior, liderado por su amigo personal Augusto Pinochet, y secundado por varios componentes del gobierno actual.

El análisis político de la muerte estuvo a la altura de los de Pato Navia y Ena Von Baer, así que se equivocó rotundamente.

Si bien la muerte se ilusionó cuando vio a Golborne, el luego héroe, dar virtualmente por muertos a los mineros en televisión, y después, ante un nuevo derrumbe, en otro intento fallido de la muerte, verlo casi llorar por lo ocurrido, poco a poco se fue dando cuenta que la cosas no iban a salir como esperaba.

El tiempo pasaba, la muerte dedicaba el ocio a matar a niños de hambre en África, a sincronizar atentados en medio oriente, a direccionar balas a narcotraficantes en México y a matar unos poco miles de chinos delatando sus condiciones de opositores al gobierno, pero la t130 seguía penetrando la roca, y aunque la muerte trato de hacer nuevos derrumbes y romper la t130, la suerte de Golborne y Piñera les jugaba en contra.

Finalmente la t130 llegó a las profundidades, y la muerte comenzaba a perder la paciencia.

Matar a gente en los hospitales chilenos por mala atención, a conductores ebrios que van a 130kms/h en autopistas mal diseñadas y abuelos abandonados por su familias, no era suficiente desafío para él, por lo que si bien en todo este tiempo se había llevado mucho más que 33 chilenos, ya estos 33 se habían convertido en su gran proyecto de muertos.

Uno a uno fueron saliendo los mineros por la capsula Fénix, y uno a uno fueron viendo la luz al final del túnel, pero no para morir, sino para salir a la superficie y encontrarse con el presidente y el ministro, que veían en cada minero un punto más en las encuestas.

Todo esto era para la muerte una burla, es como ir a gritarle un gol en la cara al hincha contrario, o mostrarle fotos de Zaira Nara a Forlan o de Pinilla a el mago Jiménez, o mostrarle las propuestas de educación del gobierno a Camila Vallejos, o peor, mostrarle las encuestas a Piñera.

El milagro de la vida es el némesis de la muerte, y ahora estaba en boga gracias a la campaña comunicacional del gobierno, que puso este acontecimiento en los ojos del mundo entero.

La muerte estaba más irritado que el pene de Karadima, que usuario de Transantiago o que homofóbico frente a la marcha por la igualdad, por lo que al salir el último minero decidió que lo suyo con los 33 iba a ser personal, y que por segunda vez no se le iban a escapar.

Los 33 habían logrado engañar a la muerte, como Piñera al país con sus promesas, como la concertación con su supuesta vigencia, como Jadue con su masculinidad o como Lavín con su capacidad de resolución de problemas.

La muerte esta vez necesitaba crear un plan que no tuviera fallas, así que dedicó todas sus energías en este proyecto, incluso, abandonado a África y medio oriente, sus principales clientes, donde la gente comenzó a dejar de morir, lo que obviamente le atribuyeron a un milagro al dios de su zona.

Para eso la muerte dejó que los mineros se distrajeran aprovechado los minutos de fama en viajes al extranjero, sin saber que si bien se habían salvado de la muerte en la mina, no me refiero a la muerte Amy Winehouse , porque ella no era mina(?¿?), más temprano que tarde llegaría la hora.

La muerte no sólo quería matar a los 33 arrebatándoles la vida, sino también quería matarlos mediáticamente, familiarmente, sicológicamente y sexualmente, para lo cual ideo varios planes para cada uno de los 33 mineros.

Yonni Barrios fue uno de los primeros a los cual apuntó la muerte.
Conocida es su animadversión hacia la monogamia, así que la muerte vio en ese detalle el flanco por donde apuntar.

En uno de los primeros viajes al extranjero de los mineros fueron a Holanda invitados por su gobierno. Holanda es también conocida como Países Bajos, y como los mineros hicieron patria bajo tierra, se sintieron identificados (?).

Yonni Barrios sediento de los placeres carnales, y ya aburrido de su amante oficial, decidió ir a dar una vuelta al barrio rojo.
La muerte lo siguió paso a paso.

El minero una vez encontrada su presa, previo pago de varios euros que obtuvo de Farkas, se dirigió al “motel” para descargar las energías.
Era el primer polvo internacional, con una Europea, así que Barrios estaba más contento que la Concertación con cada payasada que hace y dice Piñera o que Pato Frez con la muerte de un gay.

Lo que nadie sabía, aparte de sus amantes y de la muerte que había estudiado el caso, era el líder de los cacheros nacionales, el niño símbolo de la polígama y maestro de las relaciones paralelas, era eyaculador precoz.

A los 55 segundos de comenzaba la relación sexual, el minero ya estaba fumándose un pucho, pero sin darse cuenta que el humo de su pucho activaría a los regadores anti incendios que habían en el techo (es motel europeo, otro nivel poh gallo), lo que produjo una lluvia dentro de la habitación, que causó que a la prostituta se le corriera la pintura, dejando ver su barba, rasgos masculinos y incluso su pene que gracias a el maquillaje había pasado piola como clítoris.

Ante tamaña sorpresa, algo confundido, y además, completamente mojado,Barrios comenzó a correr despavorido del lugar, pero resbala con su propio preservativo, se desliza por el piso mojado de costado y llega al muro.
Lamentablemente el estar húmedo, su micro pene y su deslizamiento sin frenar por el piso, lo hizo terminar literalmente “enchufado” a un toma corriente, muriendo electrocutado, pero a la vez, teniendo un orgasmo por la electricidad.

Barrios murió en su ley, la muerte había conseguido matar a uno de los 33.
Los 32 mineros se enterarían de la muerte de su compañeros, todos acongojados decidieron hacer un minuto de silencio, pero Mario Sepúlveda no se aguantó y se puso a dar un discurso sobre la mina, los hoyos y la t130, todo muy atingente al difunto Yonni.

En el funeral las viudas de Barrios, que son más que los viudos de Bielsa, viudos de la concertación y viudos de verano, lloraron la muerte de Yonni Barrios a mares, lamentablemente lo hicieron lado del minero Boliviano, que muere inexplicablemente(?) en el funeral de Barrios.

La muerte había cobrado su segunda muerte, en otra ironía más, pero las cosas no se detendrían ahí.
Carlos Mamani antes de morir se había enterado de la muerte de Osama Bin Laden, y influenciado por eso, y por su nacionalidad, escribió una carta pidiendo que si llegaba fallecer fuera lanzado al mar muerto.

Los mineros al enterarse, y aprovechando que habían sido invitados también a Israel por Mauricio Israel (?), decidieron viajar y matar a dos pájaros de un tiro: tirar el cuerpo en estado de putrefacción de Carlos Mamani, y además, conocer esos sagrados territorios.
Los 31 mineros llegar al mar muerto para cumplir con la carta de su compañero minero.
Lanzaron el cuerpo inerte del boliviano al mar, bajo la atenta mirada de la muerte, pero el cuerpo no se hundía, porque como todos sabemos luego de googlear porque se llama mar muerto, la salinidad del mar no permite hundirse. Es perfecto para que el gobierno fuera a vacacionar allá sin ahogarse, porque ellos no saben nada (del verbo nadar me refiero?¿?)

Luego de queMario Sepúlveda diera un discurso de 2 horas, los mineros comenzaron a preocuparse por que el cuerpo de el boliviano se mantenía flotando.
Decidieron entonces usar las piedras que habían sacado como suvenir desde el interior de la mina, amarrándolas en las al cuerpo del bolivano para que se hundiera.
Pero no se dieron cuenta que Raúl Bustos, el minero que había sobrevivido al maremoto en Talcahuano meses antes, se había quedado enganchado al cinturón de Mamani.

Lo que nadie sabía, solo la muerte, es que Bustos tenía una pequeña desviación sexual, era necrofilico, enfermedad que desarrolló en el tsunami , que se fomentó en el entierro en la mina, de hecho, el esperaba que muriera alguien para “enterrarlo”.

La muerte vio con placer a Busto hundirse enganchado al cadáver de Mamani.

Mario Sepúlveda exaltado, para variar, comenzó a tirar las piedras que había sacado de la mina, como 8 kilos, .El minero estaba fuera de control, todo era una lluvia de piedras.

Una de las piedras la tiró hacía arriba. Franklin Lobos algo confundido por el reflejo del sol pensó que era una pelota, o tal vez tuvo un dejavu de un pase quirúrgico al estilo coto Sierra, y quiso emular sus tiempos de juventud, cuando era un futbolista profesional, así que se lanza de palomita y cabecea la piedra.

La piedra en el mar muerto hizo 33 “patitos”, todo calza, mientras Lobos moría como siempre quiso, metiendo un gol, aunque no hubiera arco, jugadores y la pelota fuera una piedra
Los 29 mineros no podían creer el tremendo infortunio que los perseguía, 4 de sus amigos habían muerto.

El minero José Henríquez, el líder espiritual evangélico, vio en estos hechos el castigo de Dios, porque se estaban aprovechando de la segunda oportunidad para vivir sólo para viajar por el mundo, mientras sus compañeros mineros seguían trabajando en las mismas condiciones en Chile, alejados de la seguridad y de Dios.

Decidió abandonar Israel y volver a Chile para encomendar su vida a los más desposeídos, difundiendo la palabra de Dios, algo que siempre ayuda mucho a los más desposeídos (?) según la iglesia.

Los 28 mineros restantes concluyeron que más que un castigo divino, había sido pura mala cueva.

La muerte al ver el poco temor que tenían los mineros sobrevivientes, decide abandonar las matanzas en otros lares y avocarse totalmente a los mineros.
No sólo se habían burlado de la muerte al salvarse del derrumbe, sino que además, viendo el trágico destino de sus compañeros, lo asumieron como pura mala cueva y siguieron sin temor alguno a morir.

Los mineros siguieron viajando, esta vez a Inglaterra, para ver un partido entre del Manchester United frente al Everton.

La muerte los seguía de cerca, y tenía en vista a otra víctima, Jimmy Sánchez.
Jimmy Sánchez, el minero más joven e hincha de la U, era uno de los más emocionados con la visita a Inglaterra. Como hincha de la U, ir a ver a un equipo con un estadio propio de primer nivel era un sueño(?).

Pero Sánchez no sólo estaba interesado con ver el partido, sino que además quería conocer a las barras bravas del Manchester, sin saber que las barras bravas son peor que acá.

Previo al partido, Mario Sepúlveda (doblado al inglés por lucha Jara en los altos parlantes) comenzó a dar un sentido discurso por la reciente muerte de Franklin Lobos, ex jugador, quién se suponía daría la patada inicial.
Poco a poco el sentido discurso pasó a transformarse en el aburrido discurso, teniendo más incoherencias y lugares comunes que los discursos del 21 de mayo del Presidente.

A los 10 minutos de discurso la dormida barra brava de Manchester despertó, y comenzó a lanzar objetos a la cancha, mientras Sepúlveda mostraba las piedras que había sacado de las profundidades, cada uno con un nombre, dependiendo de la figura que según su alterada mente cada una tenía.

El siempre serio y ordenado público inglés se comenzó a impacientar por el discurso de Mario Sepúlveda, que a esa altura estaba dando algo así como una charla motivacional, en un estadio llenos de hinchas de un equipo acostumbrado a ganar , de un país desarrollado. Era algo obvio que lo que decía el minero no estaba despertando el interés que Sepúlveda creía.

Es en ese momento que los Hooligan, que vivieron dormidos años gracias a leyes que en Chile nunca se aplican, despiertan y comienzan los disturbios.
El minero Jimmy Sánchez, acostumbrado a la delincuencia menor de la barra de los abajo, enfocada al robo de supermercado, trafico de drogas, reventa de entradas regaladas por la dirigencias, tráfico de órganos (?) y asaltos a casas habitadas con adultos mayores, no tenía idea de lo que iba a pasar.

El público enardecido comienza a romper el estadio, Sánchez se había sentado justamente en la barra dormida del Manchester, tal como lo hacía en el estadio arrendado por la U.

De pronto se vio envuelto en una enardecida turba que quemaba el estadio,Jimmy se asustó y trató de arrancar del estadio.

Pero afuera era todo una batalla campal, Jimmy es alcanzado por algo así como una bomba molotov. Su ropa se comienza a incendiar, pero se salva al sacarse su chaleco, quedando con su roñosa camiseta de la U, que tenía desde los 5 años y que rara vez se sacaba, al descubierto.

Los enardecidos hinchas del Manchester vieron en este azul desteñido un infiltrado hincha del Manchester City con la camiseta celeste.

Jimmy Sánchez fallece víctima de un linchamiento por parte de los Hooligan, en el primer gran disturbio futbolístico en más de dos décadas, quienes luego de asesinarlo trataron de ocultar la muerte descuartizándolo en 33 partes, pero finalmente sus partes fueron encontradas y repatriadas a Chile, acompañados de los 27 acongojados mineros restantes.
La muerte habría cobrado una nueva víctima, le quedaban 28 todavía por matar.

Al nuevo funeral asistían los mineros, y como las encuestas estaban bajas, fueron también Sebastián Piñera y Golborne, quienes aprovechando que el funeral de Jimmy Sánchez había llamado la atención de la prensa, decidieron entregarles una casa a cada uno en la zona de la reconstrucción del tsunami, y además, regalarle pasajes para disfrutar de las bondades de Noruega, un apacible país donde nada malo les podía pasar, es decir, por fin podrías disfrutar del un viaje.
Además a modo de tributo, la dirigencia de la U decidió bautizar el estadio como Jimmy Sánchez, el problema es que el estadio recién se comenzaría a construir, según los planes, en 33 años más.

Los 27 viajaron confiados en que este viaje al fin podría disfrutar.
El minero 28, José Henríquez, el líder espiritual evangélico, se quedó en Chile, ya que un día mientras rezaba y cantaba en una esquina conoció a Lavín, que deslumbrado por la fe que irradiaba, se convirtió en evangélico, y desde entonces ambos salía a predicar tarde a tarde a la calles de Las Condes.
Los 27 mineros llegaron a Noruega, más específicamente a Oslo, el paraíso terrenal, donde ni policía habían, pero la muerte les tenía preparado un terrible momento.

Diez de los mineros decidieron ir a una isla, llamada Utoya, mientras que el resto se quedó en la ciudad turisteando.
Uno de los mineros, Mario Sepúlveda, salió a caminar cuando se encuentra con un rubio y simpático Noruego llamado Anders Behring Breivik, quién le preguntó al chileno la hora en Noruego, pero Sepúlveda no sabía hablar Noruego, con dificultad manejaba el español, así que le contesto con un “no hablar tu idioma conchadetumadre”, lo que típicamente haríamos en un país donde nuestra lengua no es usada, hueviar.

Pero Anders Behring Breivik sabía algo de español gracias a que en youtube había visto unos episodios de la teleserie Machos, pero doblada al español en México, así que empujó al chileno, quien reaccionó con un Pato Yañez a dos manos, y luego sacó de su bolso con piedras de la mina una con forma de pene.

El Noruego enfurecido se fue a una Isla Utoya a tratar de pasar la rabia, justo donde 10 mineros jugaban una pichanga.

Richard Villarroel, sin querer, le pega un pelotazo al Noruego en plena cara, quién ya venía mosqueado por el encuentro con Mario Sepúlveda, lo que causa que pierda el control, saque su pistola y comience a disparar a todos los que se encontraban en la Isla.

Los diez mineros mueren, la masacre se convierte en la peor del país desde la segunda guerra mundial, y los 17 sobrevivientes, atemorizados, deciden regresar a Chile.

Las encuestas a esa altura tenían a Piñera más deprimido que hincha chileno en Mendoza, así que vio en esta masiva muerte de los mineros la oportunidad de sacar provecho.

Los 17 mineros sobrevivientes fueron recibidos como héroes, y emulando a la llegada de los héroes olímpicos Nicolás Massu y Fernando González, fueron paseados en un bus de dos pisos por la capital, ya que nadie sobrevive a quedar enterrados y a la peor mascare de Noruega.

Pero la muerte decidió cobrar una nueva muerte, Darío Segovia, el minero hermano de la “alcaldesa” del campamento Esperanza, quien iba disfrutando de la bienvenida, levanta la mano para saludar al público, sin darse cuenta que los cables estaban más bajo de lo permitido, además que eran cientos de cables (chilean way), se enreda en uno de ellos y queda colgando de la mano.

El helicóptero de TVN que venía más atrás no se percata del minero atrapado, y le da con la hélice, decapitándolo.

La cabeza de Segovia vuela por los aires a tal velocidad que alcanza al bus, pasa por entremedio de todos los mineros y le da de lleno al conductor, decapitándolo con la decapitada cabeza.


El bus está fuera de control, un bus oruga se cruza, lo esquiva, pero se enfrentan contra un lomo de toro no señalizado, por lo que el bus salta y los mineros salen volando por los aires.

Nueve de los mineros mueren en el accidente, sólo quedando 8 vivos, quienes comienzan a sospechar que sobre ellos hay una maldición.

La muerte no podía más de felicidad, como participante de Yingo viendo crecer sus plantitas, sólo le quedaban 9 mineros vivos, y estaba decidió a cumplir su meta, matarlos a todos, por engañar a la muerte y luego disfrutar de la segunda oportunidad.

Lo s angustiados mineros acudieron a su compañero de Salamanca, Florencio Ávalos, el primero en salir de la mina.

Para todos es sabido que Salamanca es la ciudad de los brujos, y si no lo sabían deberían saberlo incultos (?¿?), por lo que vieron en esto la posibilidad de hablar con una bruja para que les dijera la forma de acabar con la maldición.

¿Acabarán con la maldición en Salamanca, la tierra de brujos ah?
¿Chile clasificara al mundial de futbol playa a jugarse en Bolivia?
¿Twitter aumentara en 33 caracteres como tributo al año del milagro de los mineros?
¿Pato Frez repudiará a los mineros por estar los 33 recordando cuando estuvieron dentro de la misma mina?
¿La muerte se llevará de una buena vez a la agónica educación chilena?
¿Si Nicolás copano se pone cinturón se convierte en el chavo del "8"?
¿Cristián Warnken entrevistará a Sarita Vásquez en la "Belleza" de Penar?
¿Cómo se escribe 33 en números romanos?

Véanlo en el próximo capítulo.

2 comentarios:

Fox dijo...

jaja preguntas culiás...
veamos como mueren el resto de los mineros, después de estos comerciales.

cachas largas dijo...

los 33 te demandaran y te violaran