Colombia, país donde hablan bonito, ha exportado al mundo muchas cosas aparte del tradicional café, todas las cuales han sido mal adaptadas en el país importador.
Lo primero fue Betty la Fea, teleserie que salvó del constante caos a Canal 13, la que tuvo una adaptación azteca llamada La Fea Más Bella, muy por debajo de la original, aunque de igual éxito.
Lo mismo pasó con Si Tetas (teticas como le dicen tiernamente en Colombia) No Hay Paraíso y su versión Telemundo llamada Sin Senos No Hay Paraíso, que era una versión larga y aburrida de la miniserie.
Y rematamos estos ejemplos trascendentes con Hasta que plata nos separe y su versión de Televisa bautizada Hasta que el dinero nos separe, donde actúa Pedro Fernández.
Pero no que quiero alardear (?) de mis conocimientos en teleseries, del cual me enorgullezco, porque tengo un ejemplo que nos toca a los chilenos y nada tiene que ver con una teleserie, quizás con un cuento de terror, me refiero al Transantiago.
Sabido es que el transporte público de la capital nació inspirado en el exitoso Transmilenio de Bogotá, capital de donde hablan de usted y eso me excita (!) , y que la adaptación a la capital chilena fue un rotundo fracaso.
El Transantiago comenzó mal, y en el transcurso de su sufrida vida ha tenido varios rostros publicitarios.
Ya el instinto político de la ex presidenta y su “tenía una corazonada” era un mal presagio.
El primer gran afectado fue Iván Zamorano, ex futbolista, hoy modelo de alta costura, que puso el rostro (aunque de susto) y se aprendió de memoria las maravillas que las sucesoras de las micros amarillas traían consigo(ver aquí un comercial de Zamorano).
Iván Zamorano pasó meses tan malos como cuando lo dejó plantado Kenita o Valdano lo tenía de 5º extranjero. Todo Chile lo apuntaba como el gran culpable, más al enterarnos que había cobrado la módica suma de 300 millones por la cara publicitaria, plata que dijo regresaría cuando los verdaderos culpables se hicieran responsables. Amén
La famosa canción “todo cambia” fue modificada para crear un pegote spot musical sobre los cambios gracias al Transantiago, y que luego varias parodias destruyeron el honor de la canción, peor que Paris y Todos Juntos de Los Jaivas”.
De ahí en adelante los spot del Transantiago dejaron de tener rostros y canciones famosas y pasaron a ser power point(?) con información sobre los cambios de recorridos.
Luego el sistema mejoró (cuek) y los comerciales pasaron a temas como el cuidado de las micros y el no pago del pasaje.
Ahí nuevamente aparecieron rostros famosos, esta vez más inertes que el pudor de Zamorano.
Los nuevos rostros publicitarios de Transantiago venían de Tiririlquen, eran los afamados personajes de 31 minutos, que nos dieron cátedra de cuidado a las micros, pagar por el servicio y el respeto por la vías exclusivas.
El último spot se aboca íntegramente a la evasión del pasaje, y trae una oreja canción que dice “no meta las manos”. Pero esta vez no hay rostro, hasta ahora…
El equipo publicitario de El Resumón en una despedida de soltero encontró a la persona idónea para ser el nuevo rostro publicitario del gran invento de Ricardo Lagos.
Es nada más y nada menos que la geisha, Anita Alvarado, que ya ha sido contratada por el gobierno, donde tenía varios clientes, para liderar la nueva campaña “no meta la mano” contra la evasion en el Transantiago, y he aquí la foto que circulará en la micros desde el día del pi…
jueves, 13 de mayo de 2010
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1 comentario:
"capital de donde hablan de usted y eso me excita"
no eran power point wn... era flash... que es algo más bonito que el pp.
geisha, no meta la mano.
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