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lunes, 6 de julio de 2015

Chile campeón de la Copa América: después de 19 años, perdí la virginidad


todo comenzó así ...

Interrumpo la hibernación de El Resumón porque ha ocurrido un hecho importante que quiero compartir con todos ustedes: he perdido la virginidad. Sí, luego de casi 19 años perdí la virginidad
Todo comenzó un lejano domingo 2 de junio de 1996, el día que abrí los ojos y conocí un amor irrestricto.
La cita fue en la soledad de mi living, frente a mi eterna tele IRT de 14 pulgadas.

Sí, ya estaba algo grande. No sé por qué lo vi antes. Debe ser por algo familiar. En mi familia no me inculcaron ese irrestricto amor que en otras familias es tan común, aunque mi padre siempre ha coqueteado con ese cariño, pero  a su extraña manera.
Y cuando TVN comenzó a emitir lo que jamás  intuí que me cambiaría la vida, nació el amor. Por fin conocía lo que era la “selección chilena de fútbol”, de la que solo había escuchado el rumor de su existencia. Siempre me preguntaba por qué no estaba en uno de los 32 cascos de la pelota del Mundial del 94 que me regalaron.
 El partido fue Venzuela- Chile, que terminó con un amargo empate a uno, gracias a un impresentable gol de rodilla de Javier Margas en la agonía. El resultado en ese momento fue catalogado de humillante (Venezuela solo sacaría 3 puntos en todas esas clasificatorias), por lo que Xabier Azkargorta fue despedido, sin antes vociferar “una vez muerto el perro, se acabe la rabia”.
Es decir, el primer partido que vi de la selección resultó ser un desastre, y a pesar de eso, fue amor a primera vista. Nunca más me perdí un partido…
Y por nunca más, me refiero a nunca más.
Toda la clasificatoria del 98, con el gran Nelson Acosta  al mando. El 3 a 0 contra Bolivia que nos dio la clasificación, es un partido que recuerdo claro.
El mundial lo viví entre la casa y el colegio. Con un amigo llevábamos la tele, que pesaba mucho para nuestras fuerzas de niños, para ver los partidos en la escuela. Ahí vimos el gol de Sierra que nos dio el paso a octavos. Recuerdo a todos saltando de alegría.
Vinieron tiempos de crisis en mi relación con la selección. Para Japón y Corea no vimos una, pero vi todos los partidos, incluso el 0 a 2 contra Venezuela (primera victoria de la vino tinto y el peor partido que vi en la vida ) hasta el partido final, donde había más ecuatorianos que chilenos en el Nacional.


me da vergüenza estar transmitiendo este partido 

Costa Rica nos dejó afuera en la Copa América del 2004. Costa Rica, po. Pero igual el amor era más poderoso, y continué ilusionado, y cuando volvió Nelson Acosta, pensé que todo se recompondría. Por aquella época la sub 20 nos ilusionaba con un 7 a 0 contra Honduras, pero en el siguiente partido (tres días después )perdimos por el mismo resultado.
Y no llegamos al mundial de Alemania, la sub 20 se quedó fuera en segunda ronda y en la Copa América  Venezuela 2007 Brasil nos ultrajó para dejarnos afuera en cuartos de final (1 a 6). Humillación que perdoné. Por lo menos la sub 20 hacía buena campaña, hasta que en semifinales nos quedábamos con la ganas contra Argentina…
Apareció Bielsa, le ganamos a Argentina por primera vez en la historia (el mejor partido que vi en mi vida ). Luego sacamos tres puntos contra Perú , Paraguay y Colombia de visita, y de esa forma volvimos a un mundial,  ganamos luego 48 años, hasta  Brasil nos dejó afuera.

    
        La primera vez contra Argentina 

Pensaba que en Argentina 2011 el amor con la selección podía “pasar a mayores”, pero Bielsa se fue y todo se arruinó. Venezuela una vez más en el camino, y otra vez un sabor amargo.
Sampaoli me había generado el dolor más grande en el fútbol: el cotillón. Pero como sucesor de Bielsa le tuve fe desde un principio. Nos llevó al mundial, le ganamos a España y estuvimos a un centímetro de dejar afuera a Brasil.

Llegó la Copa América en Chile, y los jugadores prometían ganar, pero de verdad, yo no les creí. La selección me  había ilusionado y roto el corazón tantas veces, que preferí ni pensar en la posibilidad de perder la virginidad: moriré virgen, pensé con resignación…
El 4 de julio, 19 años después, me senté frente al televisor, de más pulgadas y con mejor imagen que la de aquel partido de Venezuela el 96.
Sí, tenía demasiado presente todos esos casi casi, todos esos triunfos morales. Si perdíamos batallando en la final, me iba feliz. Si perdíamos por paliza, sería un dolor ya conocido. Me había mal acostumbrado a la eterna ilusión, y a las alegrías pasajeras.
Pero vi que los coqueteos estaban pasando a mayores. La selección hacía  ver mal a la poderosa Argentina. La distancia y negativismo pasaban a la ilusión. Otra vez, me volvía a reconquistar fácilmente.
Nadie dice que perder la virginidad es fácil. Los primeros noventa minutos me dejaron al borde de convulsionar. El alargue se hizo insoportable, realmente insoportable. Ya no estaba sentado, ni parado, ni dando vuelta. Estaba tirado en el suelo.
Y los penales aparecieron, solo doce pasos definían si la virginidad continuaba o no.
Alexis corre a la pelota, yo de rodillas frente a la tele. La pica…La pelota parece que entra, pero solo cuando Sánchez corre para celebrar, entiendo que ocurrió lo que nunca pensé que pasaría…
Perdí la virginidad. 19 años de espera llegaba a su fin. Desde ese gol de rodillas de Margas frente a Venezuela, hasta el gol de Sánchez picándoa frente Argentina.
Sí,  la primera vez no se disfruta tanto, por eso esperaré pacientemente a vivir la segunda, la que estoy seguro disfrutaré más. Espero no sean otros 19 años, aunque estoy dispuesto a esperar eso y más. Y si no pasa, no importa, no morí virgen 
#vamoschile
              :) (sábado 4 de julio 2015 -19:47 GMT-3)