El Resumón profesionales en la desinformación

martes, 16 de agosto de 2016

La primera vez


Este viejo y querido blog se acerca a pasos agigantados al noveno año de existencia y , por lo mismo, creo que llegó el momento de escribir sobre un tema relevante para mí, y del cual nunca he hablado: mi primera vez(!).
Sí, porque todos tuvimos una primera vez, o bueno, casi todos (quizá a alguien le falta dios).
Para hablar de mi primera vez tengo que remontarme a principios de los años noventa. El año exacto no lo recuerdo, la memoria es cada vez más frágil.
Yo era un ingenuo niño de una ciudad distante de todas las urbes chilenas, tan distante que conocer el metro o cine fue una cosa de tardó muchos años en llegar, tanto, que ya era mayor de edad.
En ese contexto, mi mente todavía era limpia, no conocía en doble sentido, ni el sentido del doble sentido, tanto así que chistes como “mama esta presa” me parecían tan fomes como una rutina de Meruane.
De hecho mi mente era tan pero tan limpia, que una vez en el colegio un compañero me preguntó ¿Cachai el 69…supongo te gusta? Y yo, que tengo un toc sobre los números pares (del que hablé aquí) dije: no, prefiero el 96. Y ya iba como en octavo básico…
Y ustedes se preguntarán… ¿Cómo este wn tan aweonao tuvo su primera vez?
La historia es mágica…
Fue en la plaza de la ciudad. Sí, en el lugar más concurrido de mi ciudad ocurrió ese fantástico momento…
Fue una tarde-noche de verano. Estaba con un primo y mi hermano. De pronto vimos una extraña habitación en plena plaza… ¿Qué era? Nos preguntamos ingenuos totalmente…
Nos envalentonamos y decidimos entrar al lugar, que estaba repleto de personas extasiadas, agitadas, sudadas y muy alegres. Lo que ocurrió ahí marcaría para siempre mi vida…
El lugar estaba lleno de enormes máquinas, que emitían imágenes y sonidos completamente extraños para mí. Jamás había visto ni imaginado algo semejante. Fue amor a primera vista…
A los pocos momentos me decidí a dar el paso y convertirme en un hombre de una buena vez…
Caminé hasta la persona que atendía y le pregunté por los precios…
¿Cuántos cuesta?
Depende de tu habilidad y capacidad de “aguantar”, pero por 200 pesos puedes estar como cinco minutos…
¡200 pesos!  Igual era harta plata para mí en ese tiempo. En realidad, sigue siendo mucha plata para mí hasta el día de hoy…Pero bueno, había que asumir la responsabilidad y gastar las pocas monedas que tenía. Nada es gratis en la vida, eso siempre lo tuve claro.
Me paré frente a ella. Era enorme, me superaba por altura por mucho. Debía tener unos 10 años más que yo, y se notaba. Le habían dado duro, había sido manoseada, a ratos con violencia, se notaba el maltrato…
A pesar de eso, estaba encandilado por su belleza, y su misterioso contenido…
Despacio, nervioso, sin saber bien de qué se trataba, temeroso por equivocarme, lentamente inserté, con la mano temblorosa, por la ranura… la ficha para jugar en esa tremenda y hermosa arcade.
Paf, termine de meter la ficha, y comienza… Reconozco que no duré mucho, por no decir nada. Era nuevo, no sabía de qué se trataba, así que fue algo pasajero. Solo el tiempo y la práctica me harían experto.
Imposible olvidar su nombre: New Rally X se llamaba. Fue con New Rally X mi primera vez, la primera vez que jugué un videojuego.

Y como todos saben, la primera vez no se olvida jamás.



No hay comentarios: