El 26 de julio de 2014 escribí “A pesar de todo “(ver acá)
donde exponía el dolor de ser fanático del fútbol, por ser malo para la pelota,
hincha de un equipo que siempre sale segundo y nacer en un país donde la selección se enfrenta a
constantes fatalidades como el mítico palo de Pinilla, que fue el gran
motivador de aquel artículo.
Dos años después todo cambió y lo imposible ocurrió.
Bueno, hay una cosa que no cambió. Sigo siendo malo para el
fútbol, pero tal como lo dije la vez anterior, el puesto de arquero minimiza
nulo talento en el fútbol. Incluso, me he dado maña de ganar algunos
campeonatos de baby, incluso una medalla de mejor arquero, claro que
usufructuando de las habilidades de mis compañeros de equipo…
Pero bueno, hay otras cosas que si cambiaron…
Había cosas que me sabía de memoria. Las tabla (hasta la del
7 no más), los colores en inglés (los colores que conocemos los hombres), las
capitales regionales (cuando habían 13 regiones, ahora ni puta idea) y los
países que no habían ganado nunca una Copa América.
Lo recitaba como un dato doloroso para demostrar mis amplios
y profundos conocimientos en el fútbol (?)…
Yo: Apuesto estás dos lucas, que es todo lo que tengo en la
vida, a que no sabís que países nunca han ganado la Copa América, CTM (siempre
he sido violento para plantear preguntas)
Otro wn: fácil. Bolivia, Perú y Surinam, po. Hasta
Solabarrieta lo sabe…
Yo: no cachai ná, aweonao de mierda (también soy violento al
responder). Nunca la han ganado Ecuador, Venezuela y… CHILE.
Es que ganar una Copa América parecía tan remoto, como tener
una pensión digna, ser atendido antes de morir en un hospital o ganar alguna vez en la Haya.
Pero desde que escribí quejándome por la mala suerte de ser
chileno fanático del fútbol, Chile no
solo ganó la Copa América una vez, sino lo hizo dos veces (!). Y lo más increíble,
es que las dos contra ARGENTINA.
Sí, Argentina la selección que siempre miramos para arriba,
fue derrotada dos veces por la roja de todos.
Pero quizá lo más milagroso que ha ocurrido en estos dos
años es que otra espina clavada tuvo también un desenlace feliz: la cató fue
campeona.
Es verdad. El CAMPEONATO FUE UNA MIERDA, y básicamente salió campeón el menos malo
entre los equipos más malos de primera división que se tenga memoria, pero
igual que los campeonatos obtenidos por
Chile frente al rival que pensamos nunca vencer, Argentina, la cato tuvo su
revancha con la historia: fue campeona gracias a que OTRO EQUIPO SE CAGÓ.
Sí, porque hubiese sido imposible ser campeón sin que O’Higgins
se cagara de forma tan catolicesca. Mario Salas, no robes, no es tu mérito..
¿Y ahora qué?
En realidad no estaba preparado para vivir alegrías. Me
había acostumbrado a sufrir.
Ahora que conocí lo que es ganar, es difícil plantearse el
futuro.
¿Volveremos a ganar una Copa América?
¿Se cagará otro equipo tan escandalosamente para que la cato
vuelva a campeonar?
¿Ganaré otra medalla como mejor portero?
Probablemente la respuesta para todas esas preguntas sea NO,
por no decir NICAGANDO.
¿Entonces que deparará el futuro?
¿Y si en una de esas pasa otra vez y volveremos a celebrar?…
Y si no pasa, da igual. A pesar de todo me gusta el fútbol.
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