Estadio seguro vs barra brava de Santiago Morning (????)
Como algunos de ustedes sabrán, desgraciadamente soy hincha
de la Universidad Católica, club protagonista de todos los torneos, hasta que llegan las horas
de definiciones. Es como Pelluco de Amores de Mercado: 90 capítulos
protagonista, y al final, se muere injustamente #carnet.
Bancarme los chistes repetidos y fomes sobre el frío es una
prueba a mi tolerancia. Puedo decir con certeza que me acostumbré y
que ya no me afectan esos comentarios. De todos modos, PODRÍAN EXIGIR MÁS A SUS
ESCASAS NEURONAS Y HACER CHISTES NOVEDOSOS SOBRE LA CATÓLICA, MONTÓN DE WEONES.
Y hueviar al hincha rival es parte del fútbol. Me he visto
muchas veces riéndome de hueveos contra la UC. Dije hueveos, no huevos, aunque igual es chistoso en el caso de
la UC.
Una buena talla es una buena talla, acá y en el Festival de
Viña del Mar.
Pero otra cosa es el hincha termocéfalo. Ahí donde entra en
mí un debate: ME GUSTA EL FÚTBOL, PERO ODIO
A LOS HINCHAS DEL FÚTBOL.
Y claro, el fútbol no sería el deporte que es si no fuese
por los hinchas. Sin hinchas sería un pseudodeporte, como el lanzamiento de la
bala, el béisbol o el taca taca.
Me molesta mucho el termocéfaleo constante. Esa capacidad de
apagar el cerebro solo para hacer comentarios sobre las madres,
zorras, monjas y papayeros. Perdón, no debí incluir a los papayeros. Deportes La Serena es una falta de respeto al
fútbol nacional.
En ese sentido el fútbol y la política se hermanan de forma
notable.
No hay fútbol sin partidos, ni política sin partidos. En el
fútbol el empate es un resultado que beneficia a ambos equipos, y en la
política empatar con el rival beneficia a los dos bandos. Aunque claro está,
empatar en el fútbol es mucho menos nefasto que andar empatando con el rival
político para determinar quién es menos ladrón. Eso es como un 0 a 0 en el
fútbol.
Pero por sobre este
juego de palabra digno de una canción de Arjonas, lo que más une a la política
y el fútbol es el personaje termocéfalo.
¿Cómo así? La derecha le tira mierda a la izquierda por
cualquier cosa. La izquierda responde de la misma forma. De encontrar algo
bueno en el contrincante, nada. La idea es desmerecer. Lo mismo pasa en el
fútbol ¿Acaso no han visto una pelea entre un “zorra” y una “madre”? Es como
ver pelear a un UDI y a un PS. Cero argumentos,
la idea es tirar caca. Siempre mirando pal lado para ver defectos y
sacar ventaja, más que mirarse a sí mismos para encontrar ideas y reflexiones
que aporten.
Bueno, esta relación no es solo metafórica, ya que se sabe
que los comandos en tiempos de campaña se alimentan de los barristas para
ejecutar sus prácticas antideportivas- antipolíticas. Son la misma weá.
Y por ese motivo ya no soporto la política. En serio no
pueden debatir de verdad. Carecen de
hidalguía para encontrar algo positivo en el “rival”. Cómo van a construir un
país, sin escuchar y solo buscando sacar ventajas pequeñas de la falencias del
otro. Se sacan los trapitos al sol de Penta y Caval, y en eso se la llevan,
tratando de demostrar cuál caso es menos malo.
Menos mal en el fútbol hay menos en juego, pero en el fondo
es lo mismo. Los hinchas convierten este deporte en algo imbancable. Hablan
solo del choque de Herrera y del el “estadio de Pinochet. Comienzo a no
soportar el fútbol por esos wnes.
Me siento a ver todos los partidos en un canal mierda como
el CDF HD, donde dan partidos sin HD (putos). Disfruto de los goles, los casi goles y malos cabros. Y al final todo se va al carajo cuando veo en las redes
sociales las discusiones entre los hinchas termos. Una mierda.
Por eso creo que Santiago
Morning, Magallanes y Barnechea son clubes perfectos. Tienen tan pocos
hinchas, que es difícil hallar una pelea termocéfala de uno de ellos.
Además, no los van a castigar por tener
“hinchas protagonistas”.
Nada mejor que sentarse a ver un Magallanes – Santiago Morning
en el Estadio Santiago Bueras. Solo es
fútbol, nada de hinchas tirando weás
a la cancha o encendiendo bengalas. La calma interrumpida solo por los cánticos
y la música de la bandita de Magallanes.
Ahí está el fútbol que me gusta. El que se vive dentro de la
cancha y el que se disfruta fuera de ella, lejos de pelmazos buscando fama sin
mérito alguno, o armando discusiones sin sentido.
Ah, y por cierto, de seguro están pensando: de qué te quejas,
si en la UC son 50.
2 comentarios:
SEGUNDÓN PECHO FRIO JAJAJA
gracioso
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