El Resumón profesionales en la desinformación

domingo, 4 de noviembre de 2012

Dime como te dicen, y te diré quién eres

¿La tercera edad viene por mí? 

Niño, joven, flaco, hey vo weón, conchetumadre , amigo (yo, el más amistoso poh)  y saco wea, son las formas en que desconocidos en la calle me han llamado en los 5 lustros de vida que llevo a cuesta.
El cómo te trata un desconocido en la calle quiere  decir mucho, ya que es la definición exacta de la persona que eres. Lamentablemente, nunca nadie me ha gritado mijito rico. Esto, sumado a mi escaso arrastre, confirma que lo que te dice un desconocido, y en este ejemplo, desconocida en la calle, es verdad.
Hace un par de años iba caminando por Valparaíso, luego de disfrutar la hermosa arquitectura del Congreso, que embellece  mucho la ciudad, cuando unas escolares, de esas que deberían tener un contabilizador en la frente de cuanto les falta para  cumplir 18, me dicen: SEÑOR, ME DA UNA MONEDA.
El impacto del SEÑOR fue tan grande, que les tiré las monedas en la cara (creo que eran 11 escudos (? )), motivado porque hasta el momento nadie me había tratado de señor, y por mis conocidos problemas  con el  manejo de mi ira.
Corrí con los ojos llenos de lágrima hasta la plaza Victoria, me senté en un banco y analicé la situación: bueno, eran chiquillas de 15 años, necesitaban dinero, lo trataron de hacer respetuosamente… además, mi barba (no me afeitada hace 4 meses) me hace ver dos o tres años más viejos. 
Aliviado por la conclusión que saqué, continué mi vida como si nada hubiese pasado, dejando tal impactante hecho en el pasado, como si fuera un UDI olvidando las violaciones a los derechos humanos, o como Lagos olvidado lo de EFE, o como Bachelet olvidando el tsunami.
El tiempo pasó, y los "señor" comenzaron a aparecer con mayor frecuencia, en desmedro de  los flaco y   joven , mientras que  los conchetumadres y saco wea se mantuvieron en el rango. Eso sí, siempre los "señor" y "caballero" venían de adolescentes, y los joven y flaco, de gente de mi edad y mayores.
Pero esta hermosa tendencia se fue al carajo ayer.  Estaba en el bus, cuando de pronto llega un caballero, mayor, con media pata en el  más allá. Me mira, lo miro, nos miramos, y me dice: caballero, este es el asiento 7.
¡¡¡CABALLERO weón, me dijo caballero !!! un maldito anciano decrépito, osó de  tratarme de caballero.
Y así me trató en cada ocasión en las que me dirigió la palabra, anteponiendo un CABALLERO a alguna estúpida pregunta.
En mi defensa, debo decir que el CABALLERO, porque ese señor de la tercera edad si merece ser tratado de CABALLERO, era algo torpe. Primero derramó su café, luego llamó por celular y dijo Aló aló aló aló durante 30 segundos. Para concluir con mis argumentos de peso(?), me trató de caballero, es decir, era un pelmazo.
El CABALLERO se bajó en el terminal de Illapel, si es que se puede llamar terminal a ese sitio eriazo con cemento, y yo aproveché de bajar para tomar aire y analizar la situación.
Ok, hace un par de años unas chiquillas me trataron de señor, y luego de eso, un par de veces más me sucedió lo mismo, pero siempre vinieron de personas adolescentes, por lo tanto, carentes de sentido común desarrollado(?), pero lo que había ocurrido sobre ese bus , tenía otro ribetes, porque venía de una persona mucho mayor a mí.


¿Será que cruce la delgada línea entre el joven y el caballero?
¿Debo guardar este hito en mis memorias como la primera vez en la que realmente fui tratado de  señor y no de flaco o joven?
¿Es culpa de la barba que me hace ver dos años más viejo de lo que  soy?
¿He desperdiciado mi vida y no aproveché los momentos en los que me decían joven?
¿Se me fue el tren?
¿Debo hacerme un examen a la próstata?

Tal como boliviano previo a un suicidio, tengo un mar de dudas, pero prefiero pensar que el CABALLERO que se subió en el bus tenía algún tipo de problema visual, y con esto, nuevamente concluir, tal como hace dos años en plaza Victoria, que la juventud sigue estando de mi lado (no como tú, maldita perr..persona), y que solo he sido víctima de la mala fortuna, que ha puesto en mi camino a personas que han equivocado terriblemente en definirme.
Además, a modo de consuelo, la juventud se lleva adentro, aunque mis problemas de corazón, riñones y pulmones, digan lo contrario

Actualización:
En el viaje de regreso, me senté en el terminal y un joven, a todas luces intelectualmente superior, me dijo: oye flaco, hey tu jóven...oye chicuelo(?)... pasa todo lo que tení y bájate los pantalones que voy a violarte.
He vuelto a ser  feliz (no por la violación... bueno, también), soy joven aún. 

Este fin de semana me hago mierda en un malón con los cabros del club de rayuela(?). Lo pasaré macanudo.

3 comentarios:

danielk4 dijo...

Es terrible que te pase eso. Lo digo porque a mis 31 años me ha pasado ya hartas veces, sin embargo es agradable que se te acerque una chica de 18 años y te trate de tu, con mucha confianza. Sobre todo cuando tiene un culo de infarto (?).

yk dijo...

jajajaja che
los culos no tienen edad (?)

Marcial dijo...

en santiago unas minas de cuarto medio se me acercaron,yo creyendo que mi años de mala suerte habían acabado(!)y me dicen caballero tiene plata pa comprar unos cigarros, CABALLERO weeooon me fui a la chucha, les dije que no como enojado, aun no me recupero del golpe y solo tengo 26